Agradecer…

Siendo niña, escribí mi primer cuento, quizá a los ocho años…

En la adolescencia la poesía y el cuento me encontraron y, desde entonces, jamás me han abandonado…

Literal, las letras me han salvado la vida… El arte nos salva, siempre…

Hace trece años, despunté como escritora con mi primer libro publicado y, desde ahí, las letras me siguen arropando cada vez más y más…

Poesía, cuento, novela corta, dramaturgia, artículo periodístico, reportaje y guion cinematográfico cuentan mi aparente solitario camino de letras… Aparente, porque muchas almas alimentan mis historias, independientemente si me hacen bien y me dan su amor o me dañan y dejan un recuerdo doloroso en mi existencia… Todo se agradece.

Mis letras viven y respiran conmigo, lloran, sangran, ríen y protestan… Ellas me representan!

A partir de la pandemia, todos entramos en crisis y en un momento de reflexión que hemos manejado con las herramientas ganadas en nuestra existencia… Igual que todos, no fui la excepción pero mis letras no me abandonaron… jamás…

Entonces, agradecí ser escritora y de formación maestra, entonces tomé la decisión de unir pasión y vocación; así nació la oportunidad de compartir todo lo aprendido durante más de treinta años… Así, más de una veintena de mujeres quienes se han convertido en compañeras, colegas, confidentes me han acompañado a partir de caminar los primeros pasos en su propio camino de letras…

Crear cuentos, textos dramáticos y cuentos eróticos han sido las razones de levantarme día a día para compartir, acompañar y agradecer…

No puedo más que sentirme afortunada de que la vida me de la oportunidad de confiar en mí y que esas valiosas mujeres confíen en lo que sé y lo que hago: Ser y existir a partir de los textos literarios…

La cereza del pastel es compartir también con adolescentes este amor por generar historias… ¿Se puede ser más afortunada?

Cuántas historias, cuántos sueños, cuántas vidas tocadas a partir de creer en nosotras mismas y de apostar por nuestros sueños… A seguir creando y creyendo en este camino lleno de ilusiones, sinsabores y esperanzas, pero sobre todo, lleno de amor…

Además, mis letras han viajado a un lugar que amo sin conocerle… Eso es una señal clara para mí… Pero esa es otra historia que se viene contando desde hace ya más de una década y que se convierte en un decreto que también me hace continuar soñando… Y los sueños hay que convertirlos en realidad…

A eso venimos a la vida… A soñar, aprender y amar…

GRACIAS… no puedo decir más… Gracias siempre…

Los escritores capturamos la realidad…

«Los escritores capturamos la realidad y la disfrazamos de ficción a conveniencia de cada historia…

Utilizamos arteramente las palabras, las colocamos con magnánimo poder ante ese páramo blanco llamado página… Y somos felices al sembrar renglones…

Y al abandonar el texto, nuestros sentimientos se encuentran y se miran fijamente, requiriendo respuestas acerca del abandono y del descaro del punto final…

Sí, los escritores navegamos en el mar de la locura y somos excelentes almirantes… Cuántos mares recorridos, cuántas millas náuticas en el desierto de la incomprensión y, a pesar de ello, somos felices e infelices al mismo tiempo…«

#ElizabethLlanos

Dragón de mi vida…

La vida a veces es un tremendo dragón que devora tus sueños y los escupe digeridos en realidad, aunque también es un animal lleno de furia mágica del que podemos aprender a trasmutar el dolor.

Sí, la vida es así; nos serpentea entre alegrías y amarguras… ¡Carajo! Nada de pedagogía aplicada… o quizá sí… De esa pedagogía antigua que garantizaba los aprendizajes significativos, imperecederos y forjadores de carácter.

Ni modo, dragón. Has sido descubierto, aunque nunca te hayas ocultado… porque no es necesario, porque no tienes miedo, porque sabes tu objetivo y predicas con el ejemplo.

Los escritores medimos el cansancio…

«Los #escritores medimos el cansancio en pausas silentes de #letras… Nos abruman las #ideas y nos cansan los #pensamientos que gritan y exigen salir a la luz de nuestras #historias…

Aquel Síndrome del Túnel Carpiano lo convertimos en el portal donde viajan nuestras #palabras de #tinta, caracteres, #ficción y #realidad…

El dolor físico siempre lo ofrendamos a la #creatividad, parir texto a texto los hijos literarios que sean legado de nuestra sangre tinta…

Los dolores humanos no nos son ajenos, porque somos humanos antes que todo, pero humanos que medimos el cansancio en silencios…«

Decisiones…

Recuerdo a una niña que deseaba ser artista…

Recuerdo una adolescente que decidió estudiar teatro rebelándose ante la disciplina paterna pero la vida le dio un revés y le cerraron la carrera el año en que le tocaba iniciar sus estudios de licenciatura…

Recuerdo una joven maestra que sembró la semillita amorosa a las tablas en varias generaciones de sus alumnos, formándolos y dirigiéndolos en concursos escolares… Ganando, la última vez que participó con sus estudiantes de secundaria, aquel concurso importante con otros planteles de la Ciudad de México…

Conozco a una mujer de cuarenta y cinco años que decidió, por fin, regalarse la oportunidad de estudiar actuación porque sabía que era el momento y encontró al mejor mentor…

Luego… la pandemia…

Reconozco a una mujer de cuarenta y siete años que decidió continuar su formación de actriz a pesar de ser un reto cotidiano sacar adelante a su familia y a sus sueños al mismo tiempo…

Abrazo a esa madre que decidió poner en pausa su sueño de estudiar para apoyar la formación de sus hijos porque el amor siempre vale la pena…

Renunciar a algo que disfrutas siempre es una decisión difícil… muy difícil…

Sobre todo cuando estás cumpliendo algo que has deseado tanto por tanto tiempo…

Así que hoy, salí temprano de casa con la firme intención de informar a mi maestro y a mi grupo que tendría que suspender mis clases de actuación para continuar con una de las facetas más importantes y aleccionadoras que me toca desempeña: ser madre y jefa de familia…

En México, hay una frase popular: Amor con amor se paga…

Creo, en definitiva, que si das amor al mundo, la vida te lo regresa… No precisamente a quien le diste amor siempre te devolverá acciones amorosas; así no funciona la vida…

De las peores experiencias que he vivido, es estar en medio de la calle (dos veces, además de todo) con dos pequeños hijos tomados de la mano pensando en dónde pasaríamos la noche porque nos habíamos quedado sin casa…

La vida ha mejorado… siempre mejora…

Aquellas difíciles ocasiones recibimos amor de personas que no tenían ninguna obligación de ayudarnos… Pero el amor es así, no se da por obligación…

Hoy, recibí uno de los mejores regalos de los últimos años que acepté con amor también…

¿Qué debo aprender ante los regalos amorosos de la vida?

Aceptarlos con humildad y agradecimiento, sabiendo que soy un ser amoroso que también ha dado esos regalos que suman a los sueños de otros soñadores como yo…

Estoy agradecida con la vida y las personas de las que he recibido esos gestos maravillosos que me hacen continuar… aprendiendo y agradeciendo…

Mis letras se sienten pequeñas, ante tanta generosidad y empatía…

Ver y escuchar a mi maestro… Ser escuchada por mis compañeros y observar en sus miradas que les importa lo que me sucede… es simple… me deja sin palabras…

Y recuerdo a esa pequeñita que no sabía lo que le deparaba la vida… muchas veces amarga, agria, dolorosa, sinsentido, caótica, desesperanzadora, violenta, hiriente, depresiva, oscura y, que la única razón por la que ha valido la pena llegar hasta hoy, ha sido el amor…

Mis palabras ya no quiero invertirlas en aquellas personas que han abusado y traicionado el alma de esa pequeña que sigue creyendo que la vida es bella y siempre vale la pena…

Por eso hoy, escribo estas líneas para agradecer y reconocer que todos somos capaces de amar y demostrarlo… Con una mirada, un abrazo, unas palabras, un techo, una sonrisa o una oportunidad…

Sea pues… gracias por el regalo… gracias por la oportunidad, pero sobre todo, gracias por el amor…

En mi clase de actuación con el Maestro Alejandro Bracho.