Los sueños nos persiguen de pequeños y algunas veces nos alcanzan. Pero no es obra de la casualidad. Convertir los sueños en realidad es un acto de fe con uno mismo.
A Cinthya Hernández la conocí hace unos años haciendo teatro; como a muchos niños, su sueño la alcanzó pero el camino ha estado lleno de contratiempos que ella ha sorteado con perseverancia.
Ser bombero, doctor, policía, maestro o artista puede ser una realidad. Esos niños con sueños artísticos (como yo) a veces quisiéramos que nuestras familias nos hubieran apoyado desde un principio, pero no fue así.
Hoy por hoy concuerdo con la frase que dice: LA VIDA NUNCA SE EQUIVOCA; porque esa falta de apoyo te obliga a buscar más caminos y ser resiliente.
Tras muchos años de transitar en este plano de existencia, puedo decir que había muchas cosas por resolver antes de dedicarme de frente a escribir. Voy paso a paso, con más seguridad y sin impaciencia; tengo muchas experiencias que me ayudan a seguir escribiendo y, aunque hay algunos pendientes por resolver sé que lograré continuar en este camino que siempre soñé de niña.
Los tiempos de Cinthya los ha sorteado con valentía y, su carrera de actriz, va en ascenso.
Ser mamá, docente y artista le van bien; disfruta estas facetas que la complementan y la hacen esta mujer valiente y talentosa a la que admiro.
Los invito a conocerla…
Elizabeth Llanos... Galería Creativa 